En la década del 60, dos amigos zarateños decidieron llevar a cabo un emprendimiento comercial como complemento de su actividad laboral en fábricas. Así fue que Oscar Consiglio y Mario Pereyra se asociaron junto a don Miguel Consiglio, padre de Oscar, quien facilitó el espacio en su casa de Lavalle 562 para comenzar con lo que en poco tiempo sería “Electricidad Miguel”.
Como el local estaba algo desprovisto, solicitaron artículos eléctricos prestados a comerciantes locales para exhibir. Con la colaboración del señor Carlos Baigros, Electricidad Miguel comenzó a crecer, ampliando su clientela y adquiriendo prestigio en la zona, suministrando materiales eléctricos a establecimientos y público en general.
El local inicial resultó chico con el paso de los años y se adquirió un local enfrente, con dos plantas y más comodidades. Las instalaciones originales hoy conforman el salón de exposición y venta de productos de iluminación.